Escuela Profética

Maestro:  Pavlo Chavez

Por: Gracias al Ministerio Internacional el Gran Yo Soy – Duluth, Ga

Si fuiste profetizado a ejercer el don de la Propecia, o sabes que tu llamado es Profeta, esta clase es para ti! 

Objetivo del Curso:

Los objetivos de una escuela profética pueden variar dependiendo de la perspectiva y el enfoque de la escuela, pero en términos generales, algunas metas clave pueden incluir:

1. Formación y madurez espiritual: Ayudar a los estudiantes a desarrollar una relación más profunda con Dios, fortalecer su vida espiritual y cultivar una vida de oración, adoración y comunión con el Espíritu Santo.
2. Desarrollo de los dones espirituales: Fomentar y entrenar a los estudiantes en el uso de los dones proféticos (como la palabra de sabiduría, palabra de conocimiento, discernimiento de espíritus, profecía, etc.) de una manera que sea ordenada y edificante.
3. Capacitación en la interpretación de la profecía: Enseñar a los estudiantes cómo discernir y entender los mensajes proféticos y cómo aplicarlos de forma práctica en la vida personal y en la comunidad cristiana. Las variedades de interpretación, visiones, y  suenos
4. Empoderamiento para la edificación del cuerpo de Cristo: Equipar a los estudiantes para que puedan edificar, exhortar y consolar a otros en la iglesia mediante el ejercicio de la profecía, contribuyendo a la edificación del cuerpo de Cristo (1 Corintios 14:3).
5. Orden y madurez en el ejercicio de la profecía: Enseñar los principios bíblicos y las reglas sobre cómo se debe practicar la profecía de forma respetuosa, con integridad y de acuerdo con las escrituras (1 Corintios 14:40).
6. Sensibilidad al Espíritu Santo: Desarrollar una sensibilidad y obediencia al Espíritu Santo para que los estudiantes puedan ser guiados y dirigidos en todo momento en la entrega de mensajes proféticos.
7. Impacto en la sociedad: Capacitar a los estudiantes para que puedan ser una luz en su comunidad y traer dirección divina no solo a la iglesia, sino también a la sociedad en general, contribuyendo al avance del Reino de Dios en la tierra.
8. Restauración y sanidad: En muchas escuelas proféticas, se pone énfasis en la restauración y sanidad espiritual de los individuos, entendiendo que la profecía también tiene el poder de sanar heridas emocionales y traer restauración a las vidas.
9. Desarrollo de liderazgo: Equipar a los estudiantes para que puedan servir en roles de liderazgo en la iglesia o en otros contextos, guiando con la sabiduría que proviene de una vida de oración y discernimiento profético.
10. Ética y responsabilidad: Enfatizar la importancia de la ética, la humildad, y la responsabilidad al ejercer el don profético, evitando el abuso o el mal uso de este poder espiritual.

Estos objetivos buscan no solo el desarrollo personal de los estudiantes, sino también el fortalecimiento de la iglesia y su impacto en la comunidad y el mundo en general.

Un profeta es una persona que recibe y transmite un mensaje de Dios, generalmente relacionado con el futuro, la voluntad divina o la dirección espiritual para un pueblo o una nación. En las tradiciones judeocristianas, el profeta no solo predice eventos futuros, sino que también denuncia el pecado, llama al arrepentimiento y guía a las personas hacia la obediencia a Dios.

El oficio del profeta en la Biblia es esencialmente el de ser un mensajero de Dios. A continuación, te doy algunos versículos que respaldan esta descripción:

1. El profeta es llamado por Dios:

• Jeremías 1:5:
  

  “Antes que te formara en el vientre, te conocí; y antes que nacieras, te santifiqué; te di por profeta a las naciones.”

  Este versículo muestra cómo Dios escoge y llama a los profetas incluso antes de su nacimiento, estableciendo el oficio como algo divinamente ordenado.

2. El profeta habla en nombre de Dios:

• Amós 3:7:
  

  “Ciertamente el Señor Dios no hace nada sin revelar su secreto a sus siervos los profetas.”

  Aquí se nos enseña que Dios no realiza sus propósitos sin antes revelarlos a sus profetas, que son los portavoces de sus decisiones.

3. El profeta denuncia el pecado y llama al arrepentimiento:

• Ezequiel 33:7-8:
  

  “A ti, hijo de hombre, te he puesto por atalaya a la casa de Israel; y oirás la palabra de mi boca y los amonestarás de mi parte. Cuando yo dijere al impío: ‘Muerte habrá para ti,’ y tú no hablares para amonestar al impío, él morirá en su maldad, pero su sangre yo la demandaré de tu mano.”

  En este pasaje se señala que el profeta tiene la responsabilidad de advertir a las personas sobre el juicio divino y exhortarlas al arrepentimiento.

4. El profeta guía al pueblo hacia la obediencia:

• Deuteronomio 18:18-19:
  

  “Les suscitaré un profeta como tú de en medio de sus hermanos, y pondré mis palabras en su boca; y él les hablará todo lo que yo le mande. Y acontecerá que cualquiera que no oyere las palabras que él hablare en mi nombre, yo le pediré cuenta.”

  Este versículo subraya la autoridad del profeta como portavoz de Dios, a quien hay que escuchar y obedecer.

5. El profeta no es solo un predicador del futuro, sino también del presente:

• Isaías 58:1:
  

  “Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su transgresión, y a la casa de Jacob su pecado.”

  En este pasaje, el profeta es llamado a denunciar el pecado presente del pueblo, no solo a predecir eventos futuros.

En resumen, el oficio del profeta es de gran responsabilidad, pues actúa como intermediario entre Dios y el pueblo, transmitiendo sus mensajes, tanto de advertencia como de esperanza.

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